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Área de Ginecología
En Synaptia, nos dedicamos a brindar una atención integral y personalizada a mujeres en todas las etapas de su vida. Nuestro equipo de expertos en ginecología y obstetricia está comprometido con la salud y el bienestar de nuestras pacientes, ofreciendo servicios que van desde la atención prenatal hasta el cuidado ginecológico especializado.
Ofrecemos una amplia gama de servicios, que van desde la atención prenatal y el parto hasta la salud reproductiva y la cirugía ginecológica. Nuestro enfoque centrado en la paciente garantiza un cuidado personalizado y compasivo en cada consulta.
En Synaptia, entendemos que cada mujer es única, y nos esforzamos por proporcionar un ambiente acogedor y de apoyo donde pueda sentirse segura y cómoda. Confíe en nosotros para cuidar de usted y de su salud ginecológica y obstétrica. ¡Estamos aquí para acompañarla en su viaje hacia el bienestar!»
Atención prenatal completa, incluyendo visitas regulares, pruebas de laboratorio y ecografías.
Asesoramiento y atención en planificación familiar, incluyendo anticoncepción y métodos de fertilidad.
Diagnóstico y tratamiento de trastornos menstruales, como el síndrome premenstrual (SPM) o la amenorrea.
Evaluación y tratamiento de trastornos del suelo pélvico, como la incontinencia urinaria o el prolapso de órganos pélvicos.
Manejo integral de la menopausia y terapia hormonal si es necesario.
Diagnóstico y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Cirugía ginecológica, incluyendo histerectomías, miomectomías y cirugía de endometriosis.
Manejo y seguimiento de embarazos de alto riesgo, incluyendo gestación múltiple, preeclampsia o diabetes gestacional.
Asesoramiento genético y pruebas de detección prenatal.
Servicios de obstetricia que incluyen parto vaginal, parto por cesárea y atención posparto.
Control y seguimiento ginecológico integral.
Salud reproductiva de vanguardia.
Atención integral durante el embarazo.
Reconocemos que cada paciente presenta una historia clínica única, y en Synaptia, garantizamos que, independientemente de la complejidad de tu condición, estarás en manos de un especialista con experiencia en tu patología específica.
Priorizamos tu salud:
Nuestro enfoque clínico se basa en la especialización y la atención personalizada.
Cada paciente recibe la atención de un gestor personal que le asiste en la programación de visitas médicas y exploraciones complementarias.
Contamos con alianzas estratégicas con las principales instituciones médicas de España.
Contamos con alianzas estratégicas con las principales instituciones médicas de España.
Una infraestructura clínica de vanguardia, con instalaciones de última generación y técnicas diagnósticas y terapéuticas innovadoras.
Conoce todos nuestros centros a los que poder asistir.


¿Quieres saber más sobre la especialidad de Ginecología?
Puede agendar una cita a través de nuestra plataforma de Clínica Virtual, en nuestras instalaciones en Clínica Remei en Barcelona o contactando directamente con nuestro servicio de atención al cliente en el teléfono de Synaptia Health Projects: 0034 93 19 45 600.
Ofrecemos opciones de citas presenciales y online para adaptarnos a las necesidades de cada paciente.
La edad recomendada para comenzar a hacerse exámenes ginecológicos regulares varía según las pautas médicas y las circunstancias individuales de cada mujer. Sin embargo, en general, se recomienda que las mujeres comiencen a realizarse exámenes ginecológicos regulares, incluido el examen pélvico y la citología cervical (Papanicolaou), aproximadamente a partir de los 21 años de edad o al inicio de la actividad sexual, lo que ocurra primero.
Es importante tener en cuenta que cada mujer es diferente, y es posible que tu médico te recomiende comenzar los exámenes ginecológicos a una edad diferente según tus antecedentes médicos y factores de riesgo individuales. Además, es fundamental mantener una comunicación abierta y honesta con tu médico para discutir cualquier inquietud o pregunta que puedas tener sobre tu salud reproductiva y ginecológica.
Si estás experimentando dificultades para concebir, es importante saber que hay varias opciones disponibles, y el tratamiento adecuado dependerá de la causa subyacente de la infertilidad. Aquí hay algunas opciones comunes que podrían considerarse:
Evaluación de la fertilidad: El primer paso suele ser una evaluación completa de la fertilidad tanto para la mujer como para su pareja. Esto puede incluir pruebas hormonales, pruebas de ovulación, análisis de semen y pruebas de imagen, como ecografías.
Medicamentos para estimular la ovulación: Si se determina que la causa de la infertilidad es un problema de ovulación, se pueden recetar medicamentos para ayudar a estimular la ovulación.
Inseminación artificial (IIU): La IIU es un procedimiento en el que los espermatozoides se colocan directamente en el útero de la mujer durante la ovulación, lo que aumenta las probabilidades de concepción.
Fecundación in vitro (FIV): La FIV es un tratamiento de fertilidad en el que los óvulos se fertilizan fuera del cuerpo de la mujer y luego se implantan en el útero. Puede ser una opción para parejas con problemas de fertilidad más complejos.
Tratamientos quirúrgicos: En algunos casos, puede ser necesario realizar procedimientos quirúrgicos para corregir problemas anatómicos que estén afectando la fertilidad, como endometriosis, obstrucciones en las trompas de Falopio o fibromas uterinos.
Adopción o subrogación: Si los tratamientos de fertilidad no son una opción o no tienen éxito, algunas parejas optan por la adopción o la subrogación como una forma de formar una familia.
Es importante hablar con un especialista en fertilidad para discutir cuál podría ser la mejor opción para ti, teniendo en cuenta tu situación médica y tus preferencias personales. Además, es fundamental recibir apoyo emocional durante este proceso, ya que puede ser emocionalmente desafiante enfrentarse a dificultades para concebir.
Las recomendaciones sobre las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino pueden variar según las directrices médicas y las pautas de detección de cada país. Sin embargo, las recomendaciones generales para las mujeres que tienen un riesgo promedio suelen incluir:
Citología cervical (Papanicolaou): Se recomienda que las mujeres comiencen a hacerse citologías cervicales aproximadamente a partir de los 21 años de edad. Las pruebas deben realizarse cada 3 años hasta los 29 años.
Prueba de citología cervical y VPH: A partir de los 30 años, algunas directrices recomiendan realizar una prueba combinada de citología cervical y detección del virus del papiloma humano (VPH) cada 5 años. Esta prueba puede detectar células precancerosas y la presencia del VPH, que es una de las principales causas del cáncer de cuello uterino.
Prueba de VPH como prueba primaria: Algunas directrices sugieren que las mujeres mayores de 30 años pueden optar por realizarse solo la prueba de VPH como método primario de detección del cáncer de cuello uterino, sin necesidad de una citología cervical adicional. Si la prueba de VPH es negativa, la mujer puede esperar hasta 5 años para repetirla.
Pruebas adicionales: En casos específicos, como antecedentes de lesiones precancerosas cervicales, inmunosupresión u otros factores de riesgo, el médico puede recomendar pruebas de detección más frecuentes o pruebas adicionales, como colposcopia o biopsia.
Es importante que discutas con tu médico cuál es la mejor estrategia de detección para ti, teniendo en cuenta tu edad, historial médico y otros factores de riesgo individuales. Además, es fundamental seguir las recomendaciones de detección y realizar las pruebas de manera regular para detectar cualquier problema de manera temprana y tratarlo adecuadamente.
Prepararse adecuadamente para un embarazo saludable es fundamental para asegurar el bienestar tanto de la madre como del bebé. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir para prepararte para un embarazo saludable:
Consulta a tu médico: Antes de concebir, programa una visita con tu médico para hablar sobre tus planes de embarazo. Tu médico puede proporcionarte orientación personalizada sobre tu salud y cualquier precaución que debas tomar antes de quedar embarazada.
Adopta un estilo de vida saludable: Mantén una dieta equilibrada y nutritiva, rica en frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros. Limita la ingesta de alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares refinados. Además, realiza ejercicio regularmente y evita el consumo de alcohol, tabaco y drogas recreativas.
Toma ácido fólico: El ácido fólico es esencial para prevenir defectos del tubo neural en el feto. Comienza a tomar suplementos de ácido fólico al menos un mes antes de concebir y continúa durante el primer trimestre del embarazo.
Controla tu peso: Mantener un peso saludable antes del embarazo puede ayudar a reducir el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. Habla con tu médico sobre cuál es un rango de peso saludable para ti y trabaja para alcanzarlo antes de concebir.
Evita infecciones: Asegúrate de estar al día con tus vacunas, incluida la vacuna contra la rubéola y la varicela, antes de quedar embarazada. También debes evitar el contacto con personas que tengan infecciones contagiosas, como la toxoplasmosis o la listeriosis.
Controla tus condiciones médicas: Si tienes condiciones médicas crónicas, como la diabetes o la hipertensión, es importante mantenerlas bajo control antes de concebir. Trabaja con tu médico para asegurarte de que estés en las mejores condiciones de salud posibles para el embarazo.
Reduce el estrés: El estrés puede afectar negativamente la fertilidad y el embarazo. Busca formas saludables de gestionar el estrés, como practicar técnicas de relajación, meditación o yoga.
Asegúrate de tener un seguro médico: Asegúrate de tener un seguro médico adecuado que cubra el embarazo y el parto. Investiga tus opciones y elige un plan que se adapte a tus necesidades.
Al seguir estos pasos y buscar atención médica regular antes de concebir, puedes aumentar tus posibilidades de tener un embarazo saludable y un bebé sano.
Elegir el mejor método anticonceptivo depende de diversos factores, incluidos tus antecedentes médicos, estilo de vida, preferencias personales y objetivos reproductivos. Aquí hay algunos métodos anticonceptivos comunes y consideraciones asociadas con cada uno:
Píldoras anticonceptivas: Las píldoras anticonceptivas son muy efectivas cuando se toman correctamente y pueden tener beneficios adicionales, como regularizar el ciclo menstrual y reducir el riesgo de ciertos cánceres. Sin embargo, requieren tomar una píldora todos los días y pueden tener efectos secundarios, como cambios en el estado de ánimo o sensibilidad en los senos.
Dispositivo intrauterino (DIU): Los DIU son dispositivos pequeños que se colocan en el útero y pueden ser de cobre o liberar hormonas. Son altamente efectivos y proporcionan anticoncepción a largo plazo. Sin embargo, pueden causar períodos menstruales más intensos o cólicos en algunas mujeres.
Implantes anticonceptivos: Los implantes son pequeños dispositivos del tamaño de un fósforo que se insertan debajo de la piel del brazo y liberan progestina para prevenir el embarazo. Son altamente efectivos y proporcionan anticoncepción a largo plazo. Los efectos secundarios pueden incluir cambios en el ciclo menstrual y dolores de cabeza.
Condones: Los condones son una forma efectiva de prevenir el embarazo y protegerse contra las infecciones de transmisión sexual (ITS). Son económicos y están disponibles sin receta médica. Sin embargo, deben usarse correctamente en cada encuentro sexual para ser eficaces.
Métodos de planificación familiar natural: Estos métodos implican monitorear los signos y síntomas del ciclo menstrual para determinar los días fértiles y abstenerse de tener relaciones sexuales durante esos días. Pueden ser menos efectivos que otros métodos anticonceptivos y requieren un compromiso y seguimiento diligente.
Antes de elegir un método anticonceptivo, es importante discutir tus opciones con un profesional de la salud, quien puede proporcionarte orientación personalizada basada en tu historial médico y preferencias individuales. También es importante recordar que ningún método anticonceptivo es 100% efectivo, y el uso adecuado y consistente es fundamental para maximizar su eficacia.